PRECIOUS


Carne de lagrimal.

Algo bueno debía tener la “opera prima” de Lee Daniels como director -hasta entonces sólo se le conocía como productor de otras cintas- para haberse labrado la ascendente trayectoria promocional que tuvo el pasado año. Precious se estrenó en el festival de Sundance de 2009 huérfana de distribuidor y con el unánime apoyo de la crítica, que no escatimó en elogios hacia la película. Ello, junto a la noticia de que el titán mediático Oprah Winfrey quería apadrinar la promoción del film hizo que el boca a boca se encargase del resto. En España la cinta también gozó de alabanzas por parte de los presuntos entendidos del celuloide, y ello pese a que la distribución de copias en las salas de cine fue más bien discreta.

Basada en la novela “Push” de Sapphire, el argumento ya nos pone sobre aviso acerca de lo que vamos a ver: Clarice Precious Jones es una adolescente afroamericana con obesidad mórbida que vive en Harlem con su madre. Aunque fantasea con una vida llena de glamour, fama y lujos, la realidad en la que está sumida es totalmente distinta. Con 16 años, está embarazada de su segundo hijo. Ambas criaturas son fruto de las violaciones a las que fue sometida por parte de su propio padre, quien huyó del hogar desentendiéndose de todo. Analfabeta y con la autoestima bajo tierra, en casa no encuentra el apoyo que necesita, su madre la humilla constantemente y abusa de ella tanto física como psicológicamente. Este segundo embarazo provoca su expulsión del instituto, lo que hará que ingrese en una escuela alternativa para intentar dar un giro a su malograda vida.



Con este punto de partida, antes de ver la película uno ya intuye que lo que va meterse por la retina no es precisamente una comedia de los hermanos Marx. Esto es un dramón en toda la regla, duro hasta doler en el alma, que aunque nos presenta una historia más propia de un telefilm de sobremesa, sin embargo no llega a caer en éste. ¿Y qué tiene Precious que hace que no se confunda con el típico melodrama fácil de Antena 3 a la hora de la siesta? Pues para empezar una técnica de rodaje que en ocasiones parece cercana al documental (escenas filmadas cámara en hombro con su inevitable tambaleo, que afortunadamente en este caso no llega a marear) y, en otras, juega con elementos de montaje más propios de un videoclip musical (fundidos superpuestos de los actores en una misma toma). A eso hay que sumarle una fotografía sórdida y sucia, especialmente oscura en las escenas que transcurren con la madre dentro del hogar, algo que le quita cualquier artificialidad a la historia. Precisamente esa es una de las virtudes de Precious: que destila realidad en cada toma, no hay nada edulcorado o adornado aquí, visualmente es una película cruda –aunque no del todo explícita- con una sinceridad que hace que las escenas te las creas del todo. Sólo los momentos en que se nos muestran las fantasías de la protagonista, sus ensoñaciones como estrella del espectáculo, hacen gala de un estilo visual más luminoso y limpio, contrastando la sombría realidad con ese mundo mágico –y superficial- que anhela y sabe que nunca llegará a conocer.


Y ese realismo conseguido con la puesta en escena termina de perfeccionarse gracias a las sobresalientes interpretaciones de las dos protagonistas, madre e hija. Este es sin duda el punto más fuerte de la película. La debutante Gabourey Sidibe que interpreta a Precious es, sencillamente, la naturalidad en estado puro. Hace suyo el papel, se mete en la piel del personaje y nos lo muestra sin engaños ni adornos: sus lágrimas son tan dolorosamente reales que es muy difícil no conmoverse en ciertas escenas. Una lástima el doblaje que le han asignado, que aunque no puede decirse que sea desacorde con el personaje, para mi gusto lo “embrutece” un poco de más.

La verdad es que en líneas generales puede decirse que hay una gran labor en la dirección de actores de esta película. He destacado el papel de Precious y de su madre por ser las que llevan el mayor peso de la cinta (evítese el chiste fácil), pero el resto del reparto –femenino en su gran mayoría- también está más que correcto. Incluso dos estrellas del mundo de la canción, Lenny Kravitz y Mariah Carey, que hasta ahora no se habían prodigado precisamente por sus dotes interpretativas (sobre todo la última… véase Glitter) salvan la situación muy dignamente, lo que es de aplaudir teniendo en cuenta con quienes se están midiendo en las escenas en las que aparecen.

Con todo esto, Precious lamentablemente cae en varios tópicos del género. La historia que cuenta no es para nada nueva, el mensaje de superación que quiere transmitir tampoco, el tema de la escuela para chicos con problemas está más que visto, y pese a que el elemento trágico en esta ocasión es superior al de otras películas –hay que reconocer que la vida de la protagonista no da tregua para la alegría- en determinados momentos de la cinta se hace demasiado evidente que se está buscando sacarle la lágrima al espectador. Son partes muy puntuales del metraje y afortunadamente no son excesivas, pero sí que pueden recordar aunque sea levemente al típico telefilm de sobremesa, si bien repito que en líneas generales la película no es eso. Estamos ante algo mucho más elaborado y sincero.

Nada puedo decir, por otra parte, del libro “Push” en el que se basa la cinta porque no lo he leído, aunque por lo que se comenta en ciertos foros es más duro todavía, lo cual intimida bastante. La película, en cualquier caso, es para tenerla muy en cuenta, las muchas nominaciones que tuvo dan cuenta de ello. Sólo destacaré los Oscar de la Academia, de los que fue candidata a mejor película, mejor dirección, mejor montaje, mejor actriz, mejor actriz de reparto y mejor guión adaptado, llevándose el premio en estas dos últimas nominaciones. Lo dicho, para tenerla muy en cuenta



Puntos fuertes:
- Lo real y sincero en la manera de contar la historia.
- Excelente nivel interpretativo, destacando a Gabourey Sidibe y Mo´nique.
- El afán de superación, pese a todo.

Flojea en:

- Demasiados tópicos.
- Puntualmente se tambalea y casi cae en el melodrama de sobremesa.


Puntuación: 7,5/10

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